Al mismo tiempo que se produce un profundo cambio de la llamada medicina 'oficial', el siglo XIX ve el desarrollo de las principales ramas de la llamada medicina 'paralela', homeopatía, naturopatía, osteopatía.
El nacimiento de estas diversas ramas terapéuticas representa una reacción frente a la poca eficacia e incluso los peligros de las prácticas terapéuticas de entonces: sanguijuelas, sangría, mercurio, arsénico, por mencionar únicamente algunos de los procesos más comunes.
Es a Andrew Taylor Still (1828-1917) que se debe el descubrimiento de la osteopatía.
Médico, cirujano, pastor protestante, rápidamente se desilusionó de los medios terapéuticos de los que disponía.
La profundidad de sus creencias religiosas y la muerte de su mujer y dos de sus hijos a consecuencias de una epidemia de meningitis provocan en él la búsqueda de los medios que en toda seguridad, Dios había dejado a los hombres para su curación.
Still, heredero de los conocimientos de su padre, también médico, conocedor de las técnicas terapéuticas de los indios Shwaunee, pasó numerosos años buscando y estudiando la anatomía y lo que se sabía en esos tiempos del funcionamiento del cuerpo.
En 1874, nueve años después del final de la Guerra Civil Americana, intuye lo que debía determinar posteriormente toda su carrera y el porvenir de la osteopatía: observando un esqueleto, tuvo la idea de que una de las claves del buen funcionamiento de un órgano debía obligatoriamente de ser que este órgano tuviese relaciones mecánicas equilibradas con las estructuras que lo rodean y que las estructuras que lo componen estuvieran también en armonía entre ellas.
A. T. Still entonces planteó el axioma siguiente: "La estructura gobierna la función", reconociendo, por otro lado, al sistema nervioso y la circulación que fluye hacia algún órgano o que sale de él, como los factores principales susceptibles de modificar su función.
En otros términos: todo lo que es susceptible de interferir entre el sistema nervioso de un órgano (sea por excitación o sea por inhibición de las vías nerviosas) y la circulación de un órgano (exceso o defecto), así como las relaciones mecánicas intrínsecas o extrínsecas de dicho órgano, producirá obligatoriamente una disminución o una anomalía del funcionamiento de ese mismo órgano.
Estos principios llevados a la práctica, se mostraron muy efectivos y la reputación de Still se expandió rápidamente por los Estados Unidos.
En 1892, A. T. Still fundó en Kirksville, en el estado de Missouri, la American School of Osteopathy, primera escuela de Osteopatía que poco tiempo después fue seguida de muchas otras.
La Osteopatía tuvo una notable expansión, dado que por si misma ofrecía ya un medio terapéutico lógico y sumamente eficaz en una época en la cual la medicina oficial tenia poco que ofrecer. Tan solo desde mediados de siglo se empezaba a tener nociones y a imponer el concepto de asepsia en la medicina, pocos años antes Louis Pasteur descubría la vacuna contra la rabia y Robert Kock descubría el bacilo causante de la tuberculosis en 1882 en Alemania. Y recordemos, también, que las noticias no circulaban a la velocidad actual, y que las novedades no se aceptaban fácilmente.
El principio era muy simple, pero la práctica difícil: ante cualquier trastorno, enfermedad, el osteópata intentaba con sus manos de encontrar lo que podía perturbar la función del órgano sintomático.
La Osteopatía fue reconocida por cada Estado de los Estados Unidos como una medicina con pleno derecho y los Osteópatas poseen los mismos derechos que los médicos convencionales.
En 1917 un alumno inglés de Still, J. M. Littlejohn, volvió a Inglaterra y fundó la British School of Osteopathy.
Es a través de Inglaterra que se introdujo la Osteopatía en Europa y aún hoy en día sigue siendo un importante punto de referencia para todos los que practicamos la Osteopatía. De hecho ha sido el primer país Europeo que ha reconocido la Osteopatía como profesión y carrera independiente. En el año 1993 se debate y aprueba en el Parlamento el reconocimiento de la Osteopatía como carrera y profesión independiente, y en el año 2000 queda totalmente reglamentada y en curso. En Bélgica en el año 1997 y en Francia, Irlanda y Noruega en el pasado 2002 empieza el proceso de regularización. En el resto de países de la Comunidad Europea, así como en España, se están manteniendo contacto con las administraciones correspondientes para que se regule de forma unificada en todos los países de la Unión Europea, tal y como recomienda la ley Lannoy de 1997 del Parlamento Europeo.
En la actualidad en nuestro país, a nivel académico, los estudios de Osteopatía se cursan como estudios de postgrado a partir de la carrera de kinesiología y afines.
Hemos de remontarnos en la historia hasta la época del antiguo Egipto para empezar a ver descrita una de las técnicas más conocida de la Osteopatía, la manipulación articular. Se tiene conocimiento de que tanto los médicos griegos como los romanos, posteriormente, utilizaban esta técnica para aliviar algunos dolores de sus pacientes.
Posteriormente, en la edad media, en las mismas caravanas de los juglares y trovadores, aparecen periódicamente por los pueblos la figura del barbero, que además de cortar el pelo, ejercía de 'sacamuelas', y curaba algunas dolencias practicando sangrías, realizando algunas pequeñas intervenciones quirúrgicas o manipulaba articulaciones.
Hasta hace no muchos años, en nuestro país, tanto los curanderos como algunas personas con algo de experiencia, curaban lo que se denominaba en Cataluña 'l'espatllat de pit' (pesadez digestiva, tensión abdominal alta, dolor dorsal medio, etc...)
En nuestros días, algunos médicos, algunos fisioterapeutas, algunos quiromasajistas, y también algunas personas, generalmente relacionadas con el mundo del deporte, practican algún tipo de manipulaciones para aliviar algunos dolores.
Quiero aclarar aquí que no es lo mismo manipular, hacer crujir las articulaciones, que practicar la Osteopatía.
La manipulación es una técnica para liberar el movimiento de una articulación. La Osteopatía es un concepto global de enfocar a un paciente, que puede utilizar, o no, la manipulación de una articulación.
Mientras que la manipulación busca el alivio de una molestia local, la Osteopatía pretende diagnosticar el problema mecánico que desencadena todas las posibles alteraciones que pueda sufrir el paciente y que a través de un mínimo de actuaciones se pueda restituir la función correcta de todo el organismo.
La Osteopatía es una medicina natural que tiende a dar al hombre la plena posesión de su potencial físico y psicológico.
Se sirve de una técnica terapéutica cuya meta es la de rearmonizar las relaciones de movilidad y de fluctuación de las estructuras anatómicas por medio de maniobras precisas.
Para el profesor Irwin Korr, fisiólogo americano: 'El hombre es antes que todo un cerebro que precisa de un sistema músculo-esquelético para expresarse.
Este sistema en si necesita ser alimentado y limpiado, y la sangre tiene ese importante papel.
A su vez, la sangre, necesita también ser fabricada, purificada y tiene que transportar todos los nutrientes necesarios para cada célula.
Este es el papel de la maquinaria visceral que responde a estas necesidades.
La columna vertebral es el eje de la vida, lo que sostiene a través de sus estructuras anatómicas propias, por un lado la médula y por otro, relaciona el cerebro con todas las células del cuerpo'.
Andrew Taylor Still hace cien años, afirmaba que 'la arteria es primordial', las zonas mal vascularizadas se vuelven zonas donde la 'función' no es correcta.
El papel de la Osteopatía es pues el de intervenir sobre las 'estructuras' necesarias para restablecer la 'función' óptima.
El objetivo final de la Osteopatía es impulsar el movimiento del cuerpo en su conjunto, así como de cada uno de los elementos que lo constituyen.
Cuando hay una enfermedad deja de haber movimiento en la zona afectada y en su área de influencia, aunque sería más correcto decir que cuando no hay una movilidad correcta en una zona del cuerpo, aparece la enfermedad.
Deberíamos preguntarnos ¿por qué de todos los miembros de una misma familia que conviven en una misma casa, con el mismo tipo de actividad, de alimentación, unos padecen enfermedades o infecciones frecuentes y otros no? ¿Porque dos personas de idéntica constitución física, que realizan un mismo esfuerzo físico, uno sufre de lumbago y el otro no?.
Posiblemente la respuesta es que los que no padecen la dolencia, cualquiera que sea, tienen una buena movilidad de todos los tejidos de su organismo y pueden eliminar fácilmente los agentes que causan la enfermedad, mientras que los otros no tienen dicha capacidad.
La Osteopatía busca el tejido que no dispone de una correcta movilidad y lo trata para que, en armonía con el resto de tejidos del cuerpo, se consiga un correcto recorrido articular, un adecuado funcionamiento de las vísceras, un necesario flujo circulatorio y una transmisión nerviosa sin ningún tipo de interferencias.
Para efectuar todas estas cosas el osteópata cuenta además de todo el arsenal diagnóstico moderno, Rx, TAC, RNM, etc., con su herramienta más precisa y fiable, LA MANO. Una mano que es capaz de buscar, encontrar, identificar, y 'dialogar' con el tejido del paciente de tal manera que, a través de algunas maniobras, provoque la reacción deseada en el organismo del paciente y este, por si solo, consiga el restablecimiento de las funciones normales, no solo de la estructura tratada, sino de todo el paciente, ya que la Osteopatía no trata enfermedades, sino que trata personas que sufren una enfermedad.
Sin movimiento no puede existir la vida.
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