El abordaje mecánico para tratar la causa de la enfermedad

Still argumentó que la causa de la mayoría de las enfer­medades era mecánica; por ende, el tratamiento debía seguir las leyes de la mecánica. Así, empleó abordajes manipulativos ideados para liberar las barreras óseas y de partes blan­das a las funciones nerviosas y circulatorias a fin de mejorar las probabilidades de curación. Alegó que la movi­lización de estas estructuras mejoraba la evolución de sus pacientes. No obstante, los procedimientos de manipulación no solo se aplicaban para aliviar distensiones y lesiones musculoesqueléticas, sino también para tratar enfermedades de órganos internos. Por ejemplo, observó una rigidez mus­cular paravertebral característica y otras tensiones miofasciales anormales en pacientes con enfermedades infecciosas. Y también notó mejoría en la salud de estos pacientes tras aliviarse los impedimentos musculoesqueléticos y miofasciales a los procesos fisiológicos normales. En la mayoría de los casos, la afección del paciente estaba aparentemente cu­rada, lo que lo condujo a creer que los aspectos mecánicos de la disfunción o enfermedad eran de importancia vital. Still propuso, por lo tanto, que en todas las enfermedades era necesaria la movilización de todas las articulaciones de la columna que no se hallaran en sus relaciones posicionales y funcionales apropiadas a fin de garantizar una actividad ner­viosa y un flujo sanguíneo y linfático adecuados en todo el cuerpo. Esto incluía todas las estructuras desde el occipucio hasta el cóccix e indicaba el ajuste de la pelvis, las clavícu­las, las escápulas, la caja torácica y el diafragma.

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