ALGUNOS EJEMPLOS DE SÍNTOMAS GENERALES EN RELACIÓN A CAUSAS OSTEOPÁTICAS

Una mujer de 40 años consulta por lumbalgia con irradiación a la parte anterior del muslo derecho, dolor premenstrual y dolor de la rodilla derecha.
Antecedentes: esguince del tobillo derecho.

ANÁLISIS CLÍNICO:
LUMBALGIA
Dolor lumbar discal, muscular o ligamentario, dolor referido visceral (intestinos, riñón o esfera ginecológica).
IRRADIACIÓN PARTE ANTERIOR DEL MUSLO DERECHO
Cruralgia L3-L4, dolor referido cuadriceps, rodilla.
DOLOR MENSTRUAL
Problema ovario, útero o hipófisis.
DOLOR OVARIO DERECHO Y ZONA LUMBAR
Disfunción del ovario derecho, dolor referido lumbar del ovario o del útero.
DOLOR RODILLA DERECHO CON SÍNDROME DE HIPERPRESIÓN ROTULIANA
Desequilibrio tónico cuadriceps/isquiotibiales con retracción del recto anterior.
ESGUINCE TOBILLO DERECHO
Modificación estática del pie derecho (valgo de calcáneo).
ESCAPULUM POSTERIOR CON AUMENTO CURVAS
Proyección anterior del centro gravedad, ¿problema de pie?.
VALGO RODILLA Y CALCANEO DERECHO
Fuente de desequilibrio postural: cadena ascendente miembro inferior sobre pelvis y raquis.

JAQUECAS
Músculos suboccipitales.
CO-C1.
C7-T1 (angiotoma occipital).
Arteria vertebral.
Lesión OM y ARP (vena ocular drenaje venoso).
CO-Cl (arteria auditiva interna y arteria vertebral.
Pérdida de sincronismo de flexión-extensión cráneo sacro.

VÉRTIGOS Y/O MAREOS
Disfunción del temporal (centros laberínticos "sistema vestibular").
ARP (estómago, vesícula biliar), por el vago.
Ortosimpático cervical.
Pérdida de sincronismo de flexión-extensión cráneo sacro.

CANSANCIO , FALTA DE ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN
Stress emocional.
Compresión SEB (reacción hipófisis-endócrino).
Reacción vagal.
Pérdida de sincronismo de flexión-extensión cráneo sacro.

DOLOR RETROOCULAR
ARP.
Compresión SEB (nervios del ojos, seno cavernoso y drenaje del ojo).
Cierre de la hendidura esfenoidal.
C0-C1 (ganglio cervical superior "vascularización del ojo").

DOLOR A LA TOS, ESTORNUDO, ESFUERZOS DE EMPUJE ABDOMINAL
Proceso discal (destrucción discal interna, protrusión discal, hernia discal.

CEFALEA Y DOLOR LUMBAR CADA 2 MESES
Problemas de ovario, dolor referido ovario.

Dolor nocturno 2-3 horas en hombro derecho
Vía biliares, inflamación.

Cefalea occipito-temporal
Cervicales, migraña, problema craneal occipito temporal C0-C1, arteria
occipito temporal C0-C1,
arteria vertebral, vena yugular, sutura occipito­temporal,
ARP.

Hepatitis viral + operación vesícula
Vías biliares, diafragma, adherencias.

Jaquecas fronto-occipital
Espasmo del haz anterior del temporal
Cierre del A.R.P. (F. vascular venoso)
Cervicales (raíces C1-C2-C3)
arteria vertebral

Cervicalgia anterior
Espasmo de los músculos hioideos ,
Espasmo del largo del cuello, ECM.
Anterioridad cervical (nervios sensitivos anteriores).

Tensión garganta
Tensión fascial,
Hioides (digástrico ++, milohoideo).

Maloclusión dental
Porción maxilar superior (Flexión),
defectos en la intercuspidación,
Espasmos musculares que desequilibran el hueso hioides.

Hemorroides
Aumento de presión del sistema porta (hígado),
ptosis sigmoideo (compresión venosa),
¿adherencias?

DEPRESIÓN
Estado de parasimpáticotonia

LUMBALGIA ALTA IRRADIADA A LA INGLE
Dermatomas T12-L1-L2,
psoas,
dolor referido riñón.

DOLOR QUE AUMENTA EN PRIMERA PARTE NOCHE
Artritis,
riñón en el ritmo circadiano.

ZUMBIDOS EN OÍDO
Arteria carótida,
hipertensión arterial,
VIII – nervio auditivo.

EDEMA BILATERAL TOBILLOS
Cardiopatía,
insuficiencia renal.

DOLOR ABDOMINAL
Diafragma (frénico C3-C4).
Estómago (T4-T5).
X - neumogástrico.
Tendón central.

ESGUINCE DEL TOBILLO HACE VARIOS AÑOS
Valgo de calcáneo y de rodilla,
pierna corta.

DOLOR DE RODILLA (SINDROME DE HIPERPRESIÓN ROTULIANA)
Hipertonía cuadriceps,
lateralidad de la rótula,
cruralgia.

RETROLISTESIS DE L4 SOBRE L5
Lesión discal L4-L5,
cruralgia.


DOLOR EN EL SENTADO

Hernia discal,
disfunción del sacro.

LUMBALGIA
Disco,
músculos,
ligamentos,
carillas,
dolor referido (órganos sexuales, intestinos, riñón).

COLITIS DERECHA
Ciego,
colon ascendente,
válvula ileocecal,
adherencias.

ESTREÑIMIENTO
Colon atónico,
Colon hipertónico,
cáncer,
oclusión intestinal.

AEROCOLIA (sin olor)
Colon derecho

LUMBALGIA ALIVIADA POR LA DEFECACIÓN
Disminución de presión distal,
dolor referido por distensión intestino.

DOLOR INTER-ESCAPULAR (ZONA T5-T6)
Dolor referido del estómago,
disfunción T5-T6.

Escoliosis en S (convexidad dorsal izquierda y lumbar derecha)
NSR d lumbar,
NSR i dorsal,
ERS/FRS d cervical,
SBR izquierda,
sacro intraóseo (Torsión derecha).

Pierna corta anatómica a la derecha
líaco antero-interno a la derecha,
acortamiento tibia o fémur,
desequilibrio podal.

Dolor esternal izquierdo
Corazón,
fascias endotorácicos,
subluxación anterior costillas,
lesión del esternón,
esófago,
pleura pulmonar,
músculos pectorales.

HTA
Cardiopatía,
insuficiencia renal,
edema tobillos,
cefalea,
dolor ocular.

PROBLEMAS ESPECÍFICOS - EJERCICIOS DE ÁREAS CON DISFUNCIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL

Disfunciones somáticas generalizadas de la columna

La restricción del movimiento es la flexión (inclinación hacia adelante) con un aumento de la capacidad de exten­sión. Los ejercicios de extensión son esenciales para el tra­tamiento de las disfunciones somáticas generalizadas de la
columna. Las áreas flexionadas (restricción de la extensión por encima y por debajo de la disfunción generalizada mantendrán el área de disfunción. Los ejercicios de extensión se dirigen a las áreas flexionadas que mantienen la disfunción generalizada del segmento. Sin embargo, la hiperextensic­es dolorosa para estos pacientes. Si está implicada el área superior interescapular torácica y el paciente debe realizar un ejercicio de extensión prona de la columna, la extensión excesiva puede controlarse por medio de la limitación de la extensión de la cabeza y del cuello. Esto se logra haciendo que el paciente lleve el mentón hacia el pecho.

Dolor cervical

El dolor cervical suele estar asociado a la inestabilidad de algunas articulaciones cervicales. Son necesarios ejercicios activos para fortalecer y estabilizar estos segmentos debilitados de la columna cervical. Primero, es necesario determinar una can­tidad de ejercicios de fortalecimiento que sean efectivos sin causar dolor. Los ejercicios isométricos moderados con el cue­llo en una posición neutra y cómoda suelen ser los adecuados para esta etapa inicial. Se descubrió que los ejercicios de circunducción del cuello (rotación del cuello) que los profesionales re­comendaban en el pasado localizan las fuerzas sobre el área inestable e intensifican la inestabilidad en curso.

Ejercicios isométricos cervicales

El propósito de la isometría cervical es fortalecer el cuello y ralizar ejercicios isométricos.
Instrucciones:
1. Flexión: coloque una mano sobre la frente, empuje la mano con la frente, pero no permita que la cabeza se mueva.
2. Extensión: coloque una mano detrás de su cabeza.
3. Flexión hacia el costado: coloque una mano al costado de la cabeza.
4. Rotación: coloque una mano al costado de la cabeza y un poco más sobre la cara anterior que en el ejercicio de fle­xión hacia el costado.
5. Cantidad de fuerza: comience con una carga moderada, y aumente según sea necesario.

Dolor lumbosacro

De los segmentos lumbosacros, el L5 es el de mayor mo­vilidad y suele ser inestable. Los pacientes que padecer dolores de espalda necesitan ejercicios de extensión para fortalecer los músculos extensores paravertebrales, aunque es común que se observe la extensión del segmento L5 (dobla­do hacia atrás) mientras que la región lumbar superior está flexionada. En esta posición, el movimiento de extensión de segmento L5 produce dolor subjetivo. El paciente podrá efectuar los ejercicios de extensión con comodidad si se lo ubica en la camilla con una o varias almohadas debajo de la pelvis de manera que el segmento L5 quede flexionado. Esta posición tiende a restringir la hiperextensión extrema del segmento L5 de modo que el paciente pueda tolerar los ejer­cicios de extensión de la columna.

Discos intervertebrales lumbares

Los problemas de los discos intervertebrales de la zona lumbar suelen hacer intolerable la flexión con carga de la co­lumna lumbar. Sin embargo, para estos casos suelen estar in­dicados los ejercicios de flexión. Si se eleva la cabeza del ­paciente para reducir la carga gravitacional y se utiliza un plano inclinado para los ejercicios abdominales de incorpo­rarse o de inclinarse hacia adelante, los ejercicios para la co­lumna lumbar se tolerarán con más facilidad.

CASOS CLÍNICOS

1.
La paciente es una mujer de unos 30 años que presenta dolor en la parte baja de la espalda. Se formulan varias hipótesis sobre la base de la intensidad y la gravedad del dolor, entre las que considera el relato de la paciente de que estaría eliminando un cálculo renal. Esta hipótesis está respaldada no solo por su relato (comienzo agudo, loca­ción del dolor, antecedentes familiares de enfermedad renal), sino también por el examen físico (los movimientos de la paciente sobre la camilla de examen, el dolor a la palación en la zona baja de la espalda) y los resultados preliminares de las pruebas de laboratorio (sangre vestigial en orina). El médico indica radiografías simples de abdomen y con contraste, pero ninguna muestra anormalidades. Le indica un régimen de antibióticos. El dolor, todavía presente, se localiza en el lado derecho, lo cual sugiere la posibilidad de una enfermedad de la vesícula biliar. La eco­grafía vesicular no revela ninguna anormalidad.

El diagnóstico palpatorio reveló una disfunción somática en el nivel de los segmentos L1-L2, que es lo que el médico trató y alivió el dolor. "Salió del consultorio dando brincos.". Es necesario recordar siempre que se debe incluir el sistema musculoesquelético en la formulación del diagnóstico y del plan terapéutico.
Muchos osteópatas consideran el tratamiento musculoesquelético (tratamiento de manipulación osteopática) como el elemento distintivo sine qua non de los osteópatas. Para la mayoría de los médicos osteópatas de atención primaria es una parte característica de su método de tratamiento, y aunque algunos le adjudican un carácter accesorio, desempeña un papel clave en el tratamiento.

LA PERSONA COMO UNA TOTALIDAD

El cuerpo

El principio de unidad del cuerpo, tan central en la prác­tica osteopática, estipula que cada parte del cuerpo depende de otras partes para mantener su función óptima y hasta su integridad. Esta interdependencia de los componentes cor­porales es mediada por los sistemas de comunicación del organismo: intercambio de sustancias a través de la sangre circulante y otros líquidos corporales, e intercambio de im­pulsos nerviosos y de neurotransmisores a través del sistema nervioso.
Los sistemas circulatorio y nervioso también median la regulación y coordinación de las funciones celulares, tisula-res y orgánicas y, por ende, el mantenimiento de la integri­dad del cuerpo en su conjunto. La colaboración organizada e integrada de los componentes corporales se refleja en el concepto de homeostasis, la preservación de la constancia relativa del medio interno en el que viven y desarrollan sus funciones todas las células.
En vista de esta interdependencia e intercambio de in­fluencias, es inevitable que la disfunción o la falla de un componente corporal mayor afecte adversamente la aptitud de otros órganos y tejidos y, por lo tanto, la propia salud.

La persona

Por más importante y válido que sea el concepto de uni­dad corporal, resulta incompleto por el hecho de que, por implicación, está limitado al reino físico. Los médicos no atienden cuerpos, sino individuos, cada uno de los cuales es
único en virtud de su dotación genética, su historia personal y la variedad de ambientes en los que se desarolló su vida.
La persona, obviamente, es más que un cuerpo, pues posee una mente, también producto de la herencia y la biografía. La separación del cuerpo y de la mente, sea conceptualmen-te o en la práctica, es un residuo anacrónico de un modo de pensar dualista como el sustentado por Rene Descartes, filó­sofo y hombre de ciencia del siglo xvn, quien creía que el cuerpo y la mente eran dominios separados, uno abiertamen­te visible y palpable, y el otro invisible, impalpable y priva­do. Esta concepción dualista es anacrónica porque, si bien es rechazada casi universalmente en su validez, todavía está implícita en gran parte de la práctica clínica y en la investi­gación biomédica.
La investigación clínica y biomédica (así como la expe­riencia cotidiana) ha demostrado irrefutablemente que el cuerpo y la mente son tan inseparables, están tan compene­trados uno con otra, que pueden ser considerados -y trata­dos- como una sola entidad. Hoy se acepta ampliamente (esté o no demostrado en la práctica) que lo que sucede (o marcha mal) en el cuerpo o en la mente tiene repercusiones en la otra parte. Es por razones como éstas que prefiero ha­blar de unidad de la persona antes que de unidad del cuerpo, para dar a entender una humanidad e individualidad total­mente integradas.

La persona como contexto

Los fenómenos asignados a la mente (conciencia, pensa­miento, sentimientos, creencias, actitudes, etc.) tienen sus contrapartidas fisiológicas y conductuales; a la inversa, los cambios corporales y conductuales tienen concomitancias psi­cológicas, como alteración de los sentimientos y de las percep­ciones. Cabe notar, empero, que es la persona la que siente, percibe y responde, no el cuerpo ni la mente. Es usted quien se siente bien, enfermo, alegre o triste y no su cuerpo o su men­te. Lo que sucede en el cuerpo y en la mente está condiciona­do por quién sea la persona y por su historia completa.
En suma, la persona es mucho más que la unión de cuer­po y mente, en el mismo sentido que el agua es más que la unión de hidrógeno y oxígeno. Nada de lo que sabemos acerca del oxígeno o del hidrógeno explica los tres estados del agua (líquido, sólido y gaseoso), sus respectivas propie­dades, los puntos de ebullición y congelación, la viscosidad, etc. El agua incorpora pero trasciende el oxígeno y el hidró­geno. Para entender el agua debemos estudiar el agua y no apenas sus componentes. Del mismo modo, en un nivel mu­chísimo más complejo, la persona comprende cuerpo y men­te, pero los trasciende.
Por otra parte, una vez que el hidrógeno y el oxígeno se han unido para formar el agua, quedan sujetos a las leyes que rigen el agua. En el mismo sentido, pero infinitamente más complejo, es usted el que integra su mente, cambia de ideas, forma y enriquece su mente y la pone a trabajar. Es usted quien en todo momento determina si ha de expresar y de qué forma, por medio de su cuerpo, lo que está en su mente.
Por lo tanto, la persona es el contexto, el medio en el que viven y funcionan todas las partes del cuerpo y en el cual ha­lla expresión la mente. Todo lo que concierne a la persona -su genética, su historia desde la concepción hasta el pre­sente, su nutrición, su uso y abuso de cuerpo y mente, su condicionamiento parental y escolar, los ambientes físico y sociocultural, etc.- pasa a determinar las características de la función física y mental. Cuanto mejor sea la calidad del ambiente provisto por la persona a los componentes mental y corporal. mejor funcionarán estos. Por ejemplo, alguien que padece una úlcera péptica no está enfermo por la úlcera; ésta se desarrolló a raíz de un medio interno desfavorable.
Como conclusión, así como el objeto para el estudio apropiado del género humano es el hombre (Alexander Pope), para el estudio adecuado de la salud y la enfermedad hu­mana también es el hombre. Como resultará evidente, el principio de unidad de la persona nos conduce naturalmente al siguiente.